El Alzheimer es una enfermedad que genera un deterioro cognitivo importante, caracterizado por la pérdida de memoria, alteraciones en el lenguaje, pérdida del sentido de la orientación y dificultades para la planificación de tareas. Este deterioro suele acompañarse por cambios en la personalidad y el comportamiento.
Las personas que padecen la Enfermedad del Alzheimer tienden a comer menos, justo cuando requieren una nutrición de alta calidad para una buena salud general y para cubrir sus necesidades energéticas, que a menudo se incrementa al avanzar la enfermedad.
En los primeros estadíos de la enfermedad, el deterioro puede interferir con la compra, el almacenamiento y el cocinado de los alimentos.
Ciertas personas con la Enfermedad del Alzheimer declaran que tienen dificultades para saborear y oler la comida, por lo que no distinguen y no pueden disfrutar del mismo modo de sus comidas y dejan de hacerlo.
En los estadíos más graves de esta enfermedad, las personas están más intranquilas, ya que no conocen a sus familiares, lo que provoca que no estén quietos y se están levantando constantemente, esto hace aumentar sus necesidades energéticas, hasta más de 1600 calorías extra al día.
Todos estos factores según la FAE (Fundación de Alzheimer en España), hacen que las personas con Enfermedad de Alzheimer padezcan deficiencias de vitaminas, minerales y proteínas o incluso estar severamente malnutridos. La malnutrición los hace más susceptibles a infecciones, neumonías y otras amenazas para su salud.
Estos son algunos métodos que ayudan a estimular el comer y a incrementar la ingesta de calorías y nutrientes para éstas personas:
- Proporcionar un ambiente que ayude a contrarrestar la inquietud o agitación como limitar los ruidos y distracciones, que coman a su ritmo, cortarle en trozos pequeños para que le resulte más cómodo si él solo no puede, etc.
- Ajustarse a sus necesidades especiales, como desayunar más tarde para que pueda descansar mas y reducir su gasto energético.
- Modificar texturas, triturando, picando, en puré y los líquidos espesarlos para no dificultar la masticación y deglución.
- Planificar los menús semanales con los alimentos que más le gusten, y cambiarlos si hay otras preferencias.
- Estimular la independencia dejando que coma solo, ayudándole cuando sea necesario.
- Si es necesario, cubrir las necesidades calóricas mediante suplementos nutricionales y multivitaminicos para asegurar no tener deficiencias.
La cantidad de alimentos que consumen estas personas es importante, pero lo realmente importante es la calidad nutricional.